El pasado 6 de mayo compartimos un espacio de diálogo con personas de origen subsahariano, marroquí y locales de Algeciras. Un espacio donde hablar, dialogar y sentir. En las horas que allí compartimos pudimos hablar sobre quiénes somos, de dónde venimos, qué hacemos y qué nos hace sentir bien. Más allá de ser un grupo de desconocidos de distinto origen, con distintos idiomas y diferentes culturas y creencias, pudimos escucharnos unos a otros.
Un cine fórum donde el visionado del documental “Tras La Valla”, que narra la historia de Fatimatah y Koné en Nador y su vulnerable situación ante el desamparo legal y la injusticia social sin dejar a nadie indiferente ante la desesperación de sus protagonistas, nos permitió hablar de vivencias personales de las personas participantes, de emociones sobre lo que suponen las migraciones para los que llegan y los que estamos aquí y compartir la preocupación por el auge del discurso racista.
Gracias a las asociaciones que participaron: Agareso, Coordinadora Barrio Vivo, Migrantes en Igualdad de Fundación Márgenes y Vínculo, CEAR y especialmente a las personas que creyeron en la idea de poder crear este diálogo y ayudaron a construir esta experiencia.
Entre las emociones compartidas destaca la rabia, la tristeza y a la vez la alegría de quienes han llegado aquí a este rincón del Sur siguiendo un sueño y una esperanza, y los que estando ya aquí no comprendemos porque suceden estas situaciones de maltrato. Todas debemos aportar y esforzarnos por integrarnos y por mirar sin prejuicios. El miedo al diferente debe ser combatido con educación y acercamiento.
Escuchar y ser escuchados, mirar y ser mirados como iguales, como personas frente a una realidad, el racismo y las migraciones, que todas sufrimos; porque mientras que los discursos racistas y xenófobos sigan trabajando en deshumanizar al diferente, al de afuera, ninguna de nosotras estará libre de sufrirlo, o ¿es que no somos todas diferentes en algún rincón de este globalizado e interconectado mundo?
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